LOS ANCARES
Hasta hace relativamente poco, los Ancares era una comarca apartada del mundo hasta que el turismo encontró un espacio natural de una belleza poco común.
Hasta hace relativamente poco, los Ancares era una comarca apartada del mundo hasta que el turismo encontró un espacio natural de una belleza poco común.
Adentrarse en Los Ancares lucenses es penetrar en la Galicia más profunda, donde aún es posible encontrar lugares inéditos que cautivan por su belleza, por la fascinación y magia de sus bosques y por la excelente conservación del medio rural.
Sus aldeas son un fiel reflejo de la lucha del hombre por la supervivencia. Los Ancares han recibido la designación de Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2006. Para nosotros resultó ser uno de los viajes que más impacto nos causaron.
Nuestro viaje comenzó en O Cebreiro. Este pueblo, situado en plena ruta jacobea, conserva algunas pallozas que estuvieron habitadas hasta bien entrado el siglo XX. Seguimos una ruta que, en cierto modo, es paralela a la Serra dos Ancares, pasando por Doiras y A Degrada, hasta Piornedo, en el límite con la Comarca del Bierzo en la Provincia de León.
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Pedrafita do Cebreiro |
La cobertura vegetal ocupa prácticamente casi todo el suelo. Encontramos extensas laderas umbrías en donde abunda el fresno, acebo, roble, arce, avellano, nogal... y, cómo era otoño, muchos de ellos engalanados con los amarillos y rojos propios de esta época. Es grande la variedad de animales que habitan estas laderas. Abundan rapaces diurnas y nocturnas. Tuvimos ocasión de ver algunas como el azor y otras que no identificamos. El corzo y el rebeco parecen ser abundantes y, según nos contaron, el oso se ha dejado ver en alguna ocasión.
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Castillo de Doiras |
Piornedo tiene el mayor número de pallozas que aún se conservan, algunas de ellas habitadas hasta hace poco. De planta circular, poseen unos muros gruesos de piedra y un techo (teito) de forma cónica fabricado enteramente de paja de centeno. Su origen es pre-romano, probablemente celta, siendo la vivienda por antonomasia en donde convivían personas y animales.
La palloza no tiene chimenea y el humo de la cocina (lareira), que siempre debía permanecer encendido, salía al exterior por entre la paja contribuyendo a la conservación del techo, protegiendo las vigas y secando la humedad de la paja.
Tuvimos ocasión de visitar una de las pallozas-museo en donde aun se conservan varios utensilios. El rincón de estar, el telar (tear), los instrumentos para trabajar el lino, la tasca con el ripión y el restelo, y la coroza, impermeable de junco para protegerse del frío y la lluvia.
El regreso lo hicimos siguiendo la carretera que, desde A Degrada va hasta Cervantes, con el otoño en todo su esplendor, para finalizar bordeando el Río Navia hasta Becerreá,
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Riberas del río Navia |
SERRA DO COUREL
La Serra do Courel, o sierra de O Courel, se extiende a la otra mano de la N-VI desde Pedrafita do Cebreiro hasta Quiroga, en la provincia de Lugo. Bien conocida por su riqueza paisajística, presenta montañas más escarpadas que las de Os Ancares y profundos valles por donde discurre el Río Lor afluente del Sil. Es una zona que posee una gran diversidad de variedades botánicas ofreciendo refugio a muchas especies de aves y mamíferos.
El día escogido para nuestra visita estaba nublado y los castaños, vestidos para el otoño, cubrían las laderas mezclándose con la niebla que se rompía en jirones en la profundidad de los valles.
Repetimos este viaje en primavera y conseguimos unas estupendas fotografías.
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Seoane |
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Valle del rio Pequeno (Paderne) |
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Vista de Vilasibil desde el río Pequeno |
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Castiñeiro de Paderne. Bajo en arco de su tronco caben 20 personas |
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Casa en la aldea de Ferramulín |
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Molinos de Ferramulín |
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